Artículo de opinión del concejal de IU Luis Peñalosa sobre la futura peatonalización dle casco histórico de Segovia

QUE NO CUNDA EL PÁNICO

Cada vez que alguien plantea la necesidad de establecer la más minima limitación al uso indiscriminado y abusivo del automóvil, se produce, en muchas personas una crisis de pánico que les incapacita para cualquier análisis objetivo de la realidad.

Recientemente, a propuesta de Izquierda Unida, el Ayuntamiento de Segovia ha acordado, unánimemente, encargar, a los servicios municipales competentes en estos temas, la elaboración de propuestas para atajar la actual situación de degradación de la calidad de vida y del patrimonio monumental y medioambiental de su recinto amurallado. Inmediatamente surgen voces de alarma que aluden, sin el menor fundamento, al aislamiento de su población y a la desertización del casco histórico, pese a reconocer lo insostenible de la situación actual, con miles de vehículos foráneos cuyo único objetivo, como si de conseguir un trofeo se tratase, es aparcar en su interior. Aunque sea a costa de impedir el paso de los peatones, cochecitos de niños, o sillas de ruedas, por las aceras, o la entrada de los vecinos en sus domicilios. Nosotros pensamos que, como mínimo, debería acabarse con estos problemas, aun a riesgo de perder algún voto en las próximas elecciones.

Pero, a falta de concretar las soluciones mas adecuadas, que habría que debatir con los vecinos e industriales de la zona afectada, nos gustaría transmitir un mensaje optimista y tranquilizador, ya que lo que se persigue es mejorar su calidad de vida mediante una regulación racional del acceso a ella, con el vehículo privado, y no un corte radical del trafico, como anuncian algunos agoreros.

Se pretende facilitar el estacionamiento de los residentes (en sentido amplio) en la proximidad de sus domicilios, eliminando la invasión injustificada de los vehículos foráneos que, no obstante, tendrían la opción de utilizar los aparcamientos públicos existentes en la calle de Colón y en las Oblatas, que entrará en funcionamiento antes de aplicarse las nuevas medidas.

No se trata de impedir el trafico desde la calle de San Juan, o por los arcos de San Cebrián y San Andrés, sino de establecer un control de paso de vehículos a través de ellos con algún sistema similar al utilizado en los accesos a la plaza Mayor, que, en ese caso, podrían eliminarse al igual que la vigente ORA.

Estamos convencidos de que no es tan difícil conseguir un uso racional del vehículo privado para acceder al recinto amurallado y de que ello beneficiará no solo a sus residentes, que ya tienen bastantes inconvenientes con la masificación turística y la concentración de locales de ocio nocturno, sino al conjunto de la ciudad por su contribución al ahorro energético, a la sostenibilidad ambiental y a la conservación de su patrimonio, que, no lo olvidemos, es su mayor activo económico.

Sin duda habrá que continuar mejorando el transporte publico, que actualmente le comunica con todos los barrios de la ciudad, y ordenando con más eficiencia el abastecimiento y otros servicios, pero esto se logrará en poco tiempo si se tienen claros los objetivos que hemos planteado.

Son innumerables las ciudades de todo el mundo donde se ha conseguido compatibilizar las restricciones al tráfico privado con un desarrollo sostenible y avanzado. No seamos paletos, que el progreso no consiste en llegar con el 4x4 hasta la puerta del retrete, o del colegio de los hijos, para exhibir nuestro poderío económico, complicando de forma absurda nuestra propia vida y la de los demás.

Resulta evidente que son demasiadas las personas que tienen que desplazarse en horas concretas a sus lugares de trabajo o de ocio como para pretender hacerlo cada uno en su coche. Es caro, contaminante, insolidário y, además, es imposible porque no caben.

Busquemos medios de transporte eficientes, cómodos, baratos y no contaminantes y dejemos el vehículo privado solo para cuando sea imprescindible. Todos saldremos ganando.

Luis Peñalosa